Contexto local:

Guatemala, que en nahuatl significa “lugar de muchos árboles”, es un país de América Centeal que colinda con México, Belice, Honduras y El Salvador. 

Su geografía es muy variada por su carácter montañoso, cuyas cumbres pueden alcanzar hasta los 4.220 m.s.n.m. Posee una enorme riqueza en ecosistemas (más de 300 áreas protegidas) que van desde bosques de montaña, humedales y manglares donde habitan especies como el jaguar, el quetzal, variadas especies de monos y tortugas. (1).

Es un país con gran diversidad cultural, los principales grupos étnicos son los achií, akateco, awakateco, chalchiteco, ch’orti’, chuj, itzá, ixil, jacalteco, kaqchikel, k’iche’, mam, mopan, poqomam, poqomchi’, q’anjob’al, q’eqchi, sakapulteco, sipakapense, tektiteko, tz’utujil, uspanteko, xinka y los garífuna. (2)

Las consecuencias de la pandemia de COVID-19 han dejado una profunda crisis que persiste hasta hoy. La tasa de pobreza aumentó de manera alarmante del 47,8% de la población en 2019 al 52,4% en 2020 (3).

Santa Cruz tiene un alto porcentaje de pobreza y exclusión social, para muchas familias la vuelta a la actividad ha sido cuesta arriba porque su situación se ha precarizado durante estos 3 años. Esta situación ha sido crítica para la infancia y la juventud ya que muchos estudaintes han visto como sus perspectivas de futuro se truncaban y se han visto en la obligación de trabajar en oficios informales para ayudar a sus familias a cubrir necesidades básicas. Si antes de la pandemia tenían  pocas oportunidades de acceder a educación de calidad, ahora es fundamental reforzar y otorgar acceso al sistema escolar para prevenir situaciones de riesgo social.

De acuerdo con el XII Censo Nacional de Población elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) realizado en 2018 y publicado en diciembre de 2019, el 49.5 por ciento de las personas censadas con edades entre seis y 29 años no estaban asistiendo a un centro educativo. En el país, según estos datos, en ese rango de edad se contabilizaron a 7.3 millones de personas, y se reveló que más de 3.6 millones no asistía a los centros educativos por situaciones económicas, falta de establecimientos en sus lugares de residencia o condiciones de pobreza. La cantidad de mujeres que no pueden acceder a escolarización supera al registro de los hombres, mientras que los números se revierten en el caso de quienes acuden a un centro educativo. 

El proyecto:

Las becas escolares se destinan a estudiantes que provienen de familias de escasos recursos, una parte importante de ellas son hogares con mujeres jefas de hogar que sacan adelante a sus hijos compatibilizando la crianza, el colegio y el trabajo informal en oficios domésticos como lavar y planchar ropa o vender alimentos. 

La pandemia  afectó a muchas de estas familias que sobrevivían con los ingresos que les otorgaba el trabajo informal, si ya tenían una situación de precariedad y riesgo social, con la paralización de las actividades su situación empeoró de forma repentina, eliminando de golpe las fuentes de sustento.

Muchas familias quichelenses se vieron obligadas por las complejidades de la pandemia a apoyarse en todos los miembros de la familia, dentro de esta situación de emergencia económica se observó un aumento del trabajo infantil y muchos estudiantes ya no regresaron al sistema escolar al retomar las actividades presenciales. Algunos núcleos familiares se desestructuraron ya que perdieron a miembros que apoyaban económicamente a los integrantes del hogar.

El Colegio Nuestra Señora del Rosario en conjunto con el Programa de Becas Escolares FASOL apoya a los estudiantes y familias que más lo necesitan para prevenir la deserción escolar. La educación es nuestra herramienta para forjar un futuro lleno de oportunidades y otorgar a cada niña y niño una infancia con derechos garantizados.

Fuentes:

(1) https://es.wikipedia.org/wiki/Guatemala

(2) https://www.iwgia.org/es/guatemala.html

(3) https://www.bancomundial.org/es/country/guatemala/overview